La lucha de los estudiantes por acceso al transporte público viene de larga data y no es exclusiva de nuestro país. Su motivación más fuerte se encuentra en garantizar el efectivo goce del Derecho a la Educación, a través de una herramienta que posibilite a todos los ciudadanos, independientemente de su condición socio-económica, acceder al transporte público para ir y volver de la escuela, colegio o universidad.
De esta forma, el Boleto Estudiantil o Educativo es entendido como una responsabilidad del Estado, enmarcada dentro de su rol de garante del Derecho a la Educación de sus ciudadanos.
En la ciudad de La Plata, Pablo Bruera prometió el boleto universitario a $1 en la previa a su campaña electoral del 2011, cuando fue reelecto como intendente. Con bombo y platillo anunció esta medida que abarcaba todo el espectro universitario, haciéndole creer al estudiantado que se había realizado una conquista histórica para quienes pertenecemos a la Universidad Nacional de La Plata.
Reminiscencias de la denominada Noche de los Lápices nos trajo aquella jornada donde miles de estudiantes marchamos al Concejo Deliberante platense cuando se aprobó el boleto, recordando las víctimas de secuestro, torturas y desapariciones de 1976 que luchaban por el mismo reclamo. El circo montado en el 2011 por la Federación Universitaria de La Plata (conducida por el Fente Darío Santillán-COPA) en connivencia con el intendente Bruera y su gestión, resultó en un boleto universitario estéril que jamás existió.
El boleto nunca fue universal (se pusieron condiciones para poder obtenerlo, como una distancia mínima a la facultad) y se otorgaban viajes de acuerdo a la cantidad de cursadas que el estudiante tenía por semana, con un tope de 10 viajes semanales. Tampoco valió nunca $1: el boleto fue aumentando conforme la inflación, y hasta hace algunas semanas, lo que se cobraba era el correspondiente al mínimo ($2.50). Además, no abarcó en ningún momento todas las líneas de colectivos -sólo las municipales- con lo cual quedaban excluidos aquellos estudiantes que concurrían a la Universidad desde los barrios linderos a la ciudad y, por ejemplo, tomaban diariamente el TALP o las líneas 214, 202, 273, etc.
De mal en peor Hace unos meses, algunos estudiantes empezaron a denunciar que las empresas de micros no les aceptaban el boleto con descuento ya que “para eso existía el flamante micro universitario”. Para colmo, la metodología cambió: la municipalidad subsidió con $200 pesos semestrales a los estudiantes que se apuraron a solicitar el subsidio antes del 11 de abril, llegando a formarse hasta 8 cuadras de cola antes de que el mismo caducara. ¿Qué significa esto? Que si un estudiante tiene que pagar $10 por día para ir y volver a la facultad (el valor depende de la distancia), con el subsidio Bruerista pagará $8. ¿Es esto realmente un boleto universitario? Llegar a la facultad ahora costará un 137% más caro, y por eso denunciamos la complicidad de la FULP que con el silencio avala la medida Bruerista.
¿Qué exigimos? Desde la Juventud Radical de La Plata exigimos que el Boleto Educativo Gratuito Universal se convierta en Política de Estado, ante una crisis económica que día a día obliga a miles estudiantes a abandonar las aulas, aumentando las tasas de deserción que el propio Gobierno Nacional reconoce como preocupantes.
La declamación de derechos debe estar acompañada por acciones específicas por parte del Estado, destinando mayor presupuesto para educación e invirtiendo en medidas concretas –como el Boleto- que mejoren las condiciones de acceso y permanencia para los estudiantes.
El boleto ya es un hecho en ciudades como Tandil y Rosario donde existe un subsidio del 50% del pasaje para estudiantes, mientras que en algunas ciudades de Jujuy (incluyendo la capital) y Córdoba es absolutamente gratuito.
Creemos que para la implementación del Boleto Educativo es cuestión de lograr una mejor redistribución de la riqueza y los ingresos que dispone la Municipalidad. Por eso presentaremos próximamente un proyecto en la ciudad que irá en línea con el proyecto nacional impulsado por la Federación Universitaria Argentina el cual establece para el financiamiento del mismo, el gravamen a los premios ganados en juegos de sorteo establecidos por la ley 20.630 y el impuesto a la transferencia o importación de gas oil instituido por ley 26.028.
Si el boleto se logró en varias ciudades, ¿por qué en la nuestra no? EL BOLETO ES UNA LUCHA DE TODOS!
