Desde 1987 gobierna la provincia de Buenos Aires el peronismo (Antonio Cafiero, Eduardo Duhalde, Carlos Ruckauf, Felipe Solá, Danil Scioli)
Desde 1991 lo hace también en La Plata (Julio Alak, PabloBruera)
Analicemos por ejemplo las “políticas de seguridad”.
En este largo periodo los platenses sufrimos, como el resto de los bonaerenses, secuestros extorsivos, robos, violaciones, trata de personas, narcotráfico, asesinatos, desaparición de testigos; es decir, violencia creciente en sus múltiples formas.
Por peleas internas del peronismo provincial con el local se dilapidaron recursos destinados a prevenir el delito, creando además comisiones de seguridad ciudadana ineficaces o utilizando la tasa de seguridad municipal en patrullajes de dudosa eficacia.
Se pasó alternativamente de políticas de mano dura a menos dura, de la “mejor policía” a la bonaerense incontrolable, de una sola fuerza a dividirla en cuatro, de varias reformas judiciales truncas a la anarquía... el resultado en todos los casos fue el mismo: más inseguridad.
¿Hasta cuándo seguiremos siendo rehenes de intereses personales y/o mafiosos los cuales no quieren o no pueden resolver este acuciante problema?
¿Hasta cuándo la población seguirá tolerando el agravamiento de esta situación alimentado por injusticias sociales, crisis económica e incapacidad de gobierno?
Desde el radicalismo seguiremos levantando nuestra voz para denunciar esta lamentable realidad, tan injusta como evitable. Al mismo tiempo continuaremos haciendo propuestas racionales y superadoras, que garanticen seguridad a todos los ciudadanos sin distinción de sectores. Basadas en policía y justicia eficaces como producto de una gestión política honesta. Que esté en condiciones de exigir el cumplimiento de la ley por ser los primeros en acatarla.
Creemos que como sociedad nos merecemos mucho más. El cambio es necesario e impostergable. Tomemos conciencia de que una provincia y una ciudad distintas son posibles. Entre todos lo lograremos.