En la madrugada del 7 de septiembre, estudiantes de
Los militantes debatían acerca de la organización y su funcionamiento, cuando irrumpieron en
Luego de ello, se esperó a que se fueran los violentos del lugar y se realizó la denuncia correspondiente al hecho delictivo cometido en la comisaría 1º de la ciudad de
Ahora nos queda analizar no solo el daño material sino el peligroso instrumento de imposición de ideas hegemónicas, acompañadas por la violencia política y la cultura del pensamiento único.
Nos preguntamos, ¿de qué material está hecho el odio? Para algunos puede ser tan pesado como el plomo y para otros, mucho más liviano que el algodón. También hay quienes lo visualizan como algo espeso, compacto, pegajoso, del que es imposible desprenderse, y quienes lo sienten como una sustancia inasible, que se evapora o que se termina escurriendo entre los dedos.
El odio no es igual para todos, y mucho menos en una Argentina en la que el pasado, cargado de violencia y de sangre, nunca termina de resolverse e incluso se reinventa, se reinterpreta y se reescribe al calor de las necesidades políticas de algún dirigente o sector.
No queremos un país en donde exista el patrullaje ideológico que existe hoy, no queremos que la evocación del pasado nos vuelva a enfrentar, porque si eso pasare la batalla cultural no la gano la democracia, sino que la gano el autoritarismo, la gano el terrorismo de estado.
No se puede utilizar el pasado para hacer política, sobre todo un pasado como el nuestro, que tiene tanto dolor.
La guerra es el fracaso de la política. Cuando la violencia de los 70 tomó el lugar de la política, el gran cadáver fue la propia política. Lo que la democracia tiene que hacer es restituir la política. La política es diálogo y el diálogo solo es posible si reconozco al otro. La construcción democrática tiene que ser una construcción de respeto. Esta lógica de amigo-enemigo lo único que hace es revelar el carácter antidemocrático de esa idea. Estar peleando siempre contra alguien denota una clara forma antidemocrática.
¿Pero qué se construye políticamente? Un bando. ¿Y los otros? Todo el tiempo lo hemos dicho: entonces dígannos qué van a hacer con nosotros. Con esa lógica hoy nos descalifican, mañana nos insultan, pasado nos niegan… ¿y después? Mejor ahorrarse ese camino y que nos digan qué van a hacer con nosotros. Mire lo que pasa con la descalificación a la oposición: dicen que ponemos palos a la rueda, pero ¿cuál es nuestra función? La oposición tiene que controlar. Se cancela el debate porque se hace un monólogo y se dice: “La gente nos votó”. La mayoría legitima los gobiernos, pero lo que pone a prueba la democracia es cuánto sos capaz de defender los derechos de las minorías.
Por ello queremos llamar a la reflexión a todos los hombres y mujeres que habitan el suelo argentino, y que pensemos en nuestro futuro, no pensar solo con el bolsillo sino entender la importante tarea de la convivencia democrática, del dialogo como valor esencial, y del respeto y reconocimiento del otro, del derecho a existir que todos tenemos, por ello también queremos expresar que militamos por un sueño, por una idea, y que con esperanza soñamos con un futuro mejor para todos, como dijo Vaclav Havel “La esperanza no es la convicción de que las cosas saldrán bien, sino la certidumbre de que algo tiene sentido, sin importar su resultado final."
FRANJA MORADA -